Hoy quería hablar sobre el uso de collares, cadenas, pulseras… en bebés y niños, algo bastante común en nuestro país, y que no está exento de riesgos, ya que se han publicado casos de atragantamientos, asfixia, e incluso estrangulamientos, así que vamos a tratar un poco el tema, para prevenir accidentes infantiles evitables.
Es frecuente ver en bebés el típico collar o pulsera de ámbar para “calmar las molestias de la erupción dentaria y los cólicos”, pero debéis de saber que además de que no existe evidencia científica de ninguna de las propiedades que se le atribuyen, pueden ser muy peligrosos… ya que pueden romperse, y el bebé atragantarse con las bolitas; engancharse con algo y dañar el cuello del bebé o como comentaba al inicio se han descrito casos más graves…incluso de estrangulamientos accidentales.
Igualmente ocurre con las pulseritas, cadenitas, colgantes, anillos…no son apropiados para su uso en niños. Nunca dejes que los lleven al colegio, al parque, ni que duerman con ellos, y si es posible, es mejor que nunca los lleven puestos… porque cualquier “enganchón” podría causar un accidente grave.
Guárdaselos para cuando sean mayores, hazle una caja o bolsita con sus “tesoritos” y seguro que más adelante le encanta verlos y que le cuentes historias de cuando era más pequeño.
¡Evitemos accidentes infantiles!
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