La fimosis, es un estrechamiento de la apertura del prepucio (que es la piel que recubre el glande del pene).
La gran mayoría de recién nacidos tienen fimosis y es completamente normal, por eso se llama fimosis fisiológica.
Conforme el niño va creciendo, se van produciendo erecciones espontáneas, que junto con las secreciones naturales, irán resolviendo progresivamente las adherencias y la fimosis.
De hecho a los 3-4 años, en el 80% de los niños se ha resuelto de forma natural, y cuando llegan a los 16 años, tan solo un 1% sigue teniendo fimosis.
Hasta hace pocos años, se recomendaba desde muy pequeñitos dar el famoso “tirón” o hacer retracciones forzadas, lo que producía dolor y miedo en el niño, además de poder ocasionar sangrado, infecciones, cicatrices y adherencias. Si generamos una herida, y se forma una cicatriz, estaremos provocando una fimosis cicatricial que va a ser más difícil de resolver y probablemente precise cirugía.
Por eso, actualmente, las recomendaciones en este tema han cambiado, y el “famoso tirón” no solo no se aconseja, si no que está contraindicado.
Entonces, ¿Qué cuidados debo llevar a cabo?
-Lo ideal, es mantener una buena higiene con agua y jabón.
-A partir del año, al lavarlo podemos descender suavemente la piel hacia atrás, SIEMPRE SIN FORZAR.
-Con 2-3 añitos, si el niño es colaborador, lo ideal es enseñarle a hacerlo solito.
¿Y si a los 3-4 años aún no se ha resuelto?
Normalmente si llegada esta edad aún sigue cerrado, probamos entonces el tratamiento con corticoides que se aplican diariamente durante 4-8 semanas con suaves descensos sin forzar (lo ideal sería al mes, valorarlo en consulta para ver la evolución, y decidir si precisa alargar el tratamiento o no)
Con este tratamiento tópico, se resuelven hasta el 75% de los casos.
En los casos en los que no funcione el tratamiento, estará indicada la cirugía, aunque hoy día se suele esperar hasta los 8-9 años.
¿En qué situaciones puede ser necesario intervenir antes?
Existen situaciones, que pueden adelantar la indicación de cirugía y son las siguientes:
-Infecciones de orina o balanitis de repetición
-Dificultad para orinar por gran estrechamiento
-Parafimosis ( el prepucio se queda atrás y no vuelve a su lugar, provocando compresión del glande)
-Dolor durante las erecciones (niños mayores)
Espero que os resulte útil
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